Selwo marina

¡Qué bien lo pasamos ayer en Selwo marina!, el domingo por la noche, Rafa sacó las entradas por internet (sólo pagamos los dos, las niñas no), una vez más convirtió uno de mis sueños en realidad, tenía muchísimas ganas de ver de cerca a los delfines y la experiencia ha sido genial, menudo regalo de cumpleaños.
Pusimos los despertadores a las 7:30 h, Rafa mientras arreglaba a las niñas fue preparando bocadillos, pañales, potitos...salimos sobre las 9:00h, Irene nada más montarse en el coche se durmió, María lo hizo cuando llegamos a Fuengirola, mientras iba destraída con la peli (el dvd, de los mejores inventos para viajar en el coche, se coloca una pantalla en cada reposacabeza delanteros y a ver películas), mirando el paisaje, cada vez que veía vaquitas, caballos, girasoles, cigüeñas... nos iba avisando , se quedó dormida entrando en Fuengirola, pero le duró muy poco porque nos esperaban para desayunar Jesús y Aurora, así que las tuvimos que despertar.


Llegaríamos a Selwo (Benalmádena) sobre las 13:30h, ¡qué calor hacía! menos mal que le llevaba el bikini a María, a Irene la dejamos en dodotis, en cuanto llegamos, nada más entrar nos hicimos una foto con nuestra cámara digital, se cayó al suelo y adiós cámara, menos mal que tenemos los móviles, aunque la calidad no es la misma (ésta es la última foto que hicimos con la cámara);

















 Fuimos a ver cómo le daban de comer a las tortugas, luego empezaba el espectáculo de los delfines, dónde se estaba muy bien ya que tenían puesto unos toldos en las gradas con unos chorritos de agua como si fuera chirimiri, la verdad es que se agradecía, la piscina era preciosa  porque se apreciaba el fondo, y se veía a los delfines muy de cerca, (tanto que mientras que no empezaba el espectáculo estaban los delfines a sus anchas,  jugando entre ellos y nunca había visto el material masculino del que están provistos, ¡menudos ganchos!),  menuda cara de felicidad tenían los cuidadores tiene que ser muy gratificante, es fascinante las cosas que consiguen que hagan éstos animales, María no paró de bailar y aplaudir, le encantó. 
Nos metimos en un recinto cerrado, con los Saimiris (vulgarmente conocidos como "monos ardillas"), no los podíamos tocar ya que muerden, pero Irene se puso un poco impertinente, tenía calor, sueño...y no pudimos estar muy atentos a la información que daban sobre éstos monitos.
En la Isla de hielo se estaba en la gloria, era el territorio de los pingüinos, vimos cómo le alimentaban, cómo andan, nadan...
En la piscina de los delfines, comenzó el espectáculo de los leones marinos, cuando finalizó pudimos hacernos una foto y tocarlo, ¡me encantó!.
Despues de comer (en un banco nuestros bocadillos) vimos el espectáculo de los pájaros tropicales, que pasaron muy cerca de nuestras cabezas, estuvo precioso.
En resumen, es para repetir,ya que nos han quedado muchas cosas pendientes: ver el espectáculo de noche, entrar con los pases VIP para poder dar de comer a los delfines y tocarlos, montarse en el teleférico...
La verdad es que en la provincia de Málaga, tienen muchos lugares para acudir con niñ@s como Selwo Aventura , Bioparc Fuengirola, Tivoli, entre otros.
A la vuelta, paramos de nuevo para estar con Jesús y Aurora, saldríamos sobre las 21:30h y llegaríamos a San Fernando sobre 00:15h, venían dormidas y cuando las bajamos del coche se despertaron, tuvimos que bañarlas y hasta cerca de las 2.00h no volvieron a quedarse dormidas, ¡qué trabajito costó!.