Bienvenida Irene




¡Ya estamos en casa con nuestra pequeña Irene!

Este sábado día 15, estando de 40 semanas y dos días, comencé a manchar por la tarde, llamé a la matrona para comentárselo y nos dijo que nos dirigiésemos al hospital, así que aprovechando que mis padres estaban en casa para quedarse con María y que Rafa estaba libre, me duché con tranquilidad, dejamos la casa recogida y nos fuimos. Llegaríamos alrededor de las nueve y media, a la vez llegaba la matrona, me hizo un tacto y me subió a la habitación para prepararme, pedí que me pusieran un enema, ya que había comido un potaje con pringá y no quería llevármelo para el quirófano; aproximadamente a las diez y media ya estábamos en el quirófano, en cuanto me pusieron la vía y la epidural ya entró Rafa, vestido de celeste (bata, gorro y patucos), la anestesia empezó a hacer efecto pero sólo en la parte izquierda, por lo que las contracciones las notaba en el lado derecho, me aumentaron la dosis, pero seguía notando las contracciones asi que me pusieron la raquídea y me durmió de cintura para abajo, no sentía nada, pude disfrutar del parto y Rafa estuvo de reportero en todo momento excepto en la salida de Irene que se olvidó de grabar contemplando el espectáculo, yo pude ver como iba saliendo la cabecita a través del reflejo de los azulejos, me moría de ganas de ver a mi niña y en cuanto salió me la pusieron encima, apenas lloraba, pero me pareció una princesa como María, ¡qué cosita más suave, más bonita, por fin tenía a mi niña! emocionada lloraba, Rafa me achuchaba, ¡qué momento más feliz! llegaba a las 12:45 de la madrugada del domingo 16, el mismo día que cumplía años su hermana Alba;  enseguida la limpiaron, la envolvieron y se la llevaron para la incubadora, sólo me pusieron dos puntos y no porque me cortaran sino porque al salir me desgarró un poco de la cicatriz de María.
En cuanto me la trajeron a la habitación, me la puse en el pecho, tenía muchísima ilusión pero ha sido imposible, despues de tanta insistencia se me han agrietado los pezones y a las 4,30 de la madrugada del lunes empezamos a darle biberón y chupete.
 Me dieron el alta el lunes, aproximadamente a la una de la tarde, esta vez, será porque salimos demasiado pronto, no me dieron la cesta con las plantitas y el muñequito, pero las tatas que están en todo, me trajeron a casa este precioso ramo de flores, con un emotivo popy card y el peluche para Irene.

Estábamos deseando ver el encuentro de María con su hermana, y me encantó ya que María está loca con su hermana, como si fuera su muñequita.

Gracias a tod@s por habernos respetado nuestra decisión de no recibir visitas, no es que hayamos podido descansar mucho pero sí hemos disfrutado intensamente de Irene el breve periodo de tiempo que hemos estado en el hospital.