¡A la playa!

Hoy ha sido nuestro primer día de playa, toda la mañana haciendo preparativos (depilado exprés, bolsa de la playa con toalla, pañales, crema protectora, gorras, camisetas, bañadores, agua, potito de fruta, zumitos...) para tres horas.

Aprovechamos para irnos en el coche con Papá, lástima que tenía que trabajar y no pudo disfrutar el día con nosotras pero nos dejó con la tata Tere, el tito Javi y los primos Alberto y Mercedes; María estaba loca de contenta, con sus primos disfruta muchísmo y la cuidan muy bien; en cuanto llegamos se revolcó por la arena como una croqueta y fue muy dispuesta para bañarse, sin miedo ninguno, y eso que el agua estaba bien fresquita, estuvo muy contenta y no quiso zambullirse (ya que a mi me interesaba para que echara mocos, que bien falta le hacía) nos salimos y fue corriendo de nuevo a revolcarse por la arena y ya me decía que no se iba a la playa más, refiriéndose al agua, asi fue, se ponía a llorar si nos metíamos en el agua ella prefería las duchas. No paró de comer, zumo, dulce, gusanitos..al ritmo de sus primos, no durmió siesta, ni pidió el pipo.

Irene ha tocado por primera vez la arena, con cara de asco la cogía, también tuve que mojarla ya que se llenó toda de tierra, quería resfregarse con las manos los ojos y la llevé corriendo para el agua y a pesar de todo no puso pega ninguna, despues del bañito durmió un buen rato.

Nos vinimos de vuelta en el autobus, dónde hemos tenido la suerte de encontrar a personas superamables que me han ayudado a subir y bajar el carro, dejarnos sentar al lado de la puerta para no estar de pie; se portó como una niña mayor, cuando llegamos me puse a bañarlas, y yo pensaba salir a la calle para que no se fuera a quedar dormida María, pero ella me dijo que no quería salir, así que a jugar hasta las diez que es la hora tope, pero no se ha dormido hasta las 23:00h, ¡menuda paliza, tengo unas ganas de coger la cama!

A pesar de que hemos estado las peores horas (llegaríamos a las 15:00 hasta las 18:00h), hemos pasado un buen día, con un tiempo buenísimo y con una maravillosa compañía.