¡Bienvenida, María!

Antes que nada, pedir disculpas por el abandono del blog, pero hemos estado muy liados con la casa., pero ¡por fin ha llegado María!.



El martes 2 de Noviembre (cumpleaños de Rafa) cumplía 40 semanas, fui al registro y  mi matrona Mimi me dijo que la niña estaba muy tranquila que no parecía tener intención de salir, que de seguir así el lunes 8 me provocarían el parto, pero el mismo martes por la tarde comencé a encontrarme con dolores de riñones, por la noche empezaron las contracciones, por la mañana me llevó Rafa al hospital, por el camino iba contando cada cuanto tiempo me iban viniendo, llegué al hospital me hicieron un registro pero no salían las contracciones, pero cúal fue nuestra sorpresa que cuando me hicieron un tacto estaba de 3 centímetros dilatada y la matrona me dijo“nos vamos para el quirófano que te ponemos la epidural ”, no daba crédito eso sí que era llegar y pegar.
Me dieron una habitación (la 212), me puse el camisón del hospital y en la cama me bajaron al quirófano (sobre las dos menos cuarto), en cuanto me pusieron la epidural llegó Rafa que presenció todo el parto y me sentí muy cómoda con su presencia y muy ilusionada ya que no había conocido esta experiencia con sus hijos (ambos nacieron por cesárea), es impresionante no sentir dolor, he tenido una experiencia maravillosa y no hay palabras para explicar cuando ves a tu niña, la escuhas llorar, te la ponen encima…y en ese momento que nace tu hija naces como mamá.
María ha pesado 3200 gramos y mide 51 cms, salió a las 15:30.
La abuela Tere fue la primera en llegar al hospital, le siguió la abuela Luisa y durante la tarde empezaron a desfilar familiares y amigos; en cuanto tuve a María en la habitación le enchufé el pecho que cogió con muchas ganas, pero por la noche  un biberón ya que veíamos que se comía las manos y a mí no me había subido la leche, así que lo único que hacía la pobre era chupar sin sacar alimento alguno y cogía unas rabietas…
Era un sueño salir del hospital y entrar en nuestra casa nueva, gracias a toda la ayuda que nos han brindado nuestros/as amigos/as, se ha realizado este sueño, nos prepararon una cálida bienvenida, con flores y la casa superlimpia, había dado tiempo ,a pesar de haber ido contrareloj, de pintar techos, paredes, montar los dormitorios…
En cuanto llegamos le preparamos un biberón, pasó el fin de semana muy inquieta, las noches llorando por lo que el lunes día 9 la llevamos a la pediatra de urgencias, en ese mismo momento me subió la leche (sería de la estresante nochecita que pasamos, como me dijo mi amiga May, la subida de la leche tiene lugar al estresarse la madre de escuchar el llanto del bebé que hace que  segregue  la prolactina), con toda la ilusión del mundo comencé a darle el pecho,a la pobre le habíamos dado biberón y  ahora tenía que hartarse de chupar, el viernes teníamos cita de nuevo con la pediatra, pensábamos que María había estado comiendo pero había adelgazado casi medio kilo así que nos recomendó seguir con el pecho y biberón, pero en cuanto probó el bibi dijo adiós a la teta.
Gracias a Dios, está cogiendo peso con los biberones, es muy glotona, se los bebe con mucha ansiedad (como si se lo fueran a quitar), estamos locos con ella, me parece mentira, tenía tantas ganas de verle la carita, aunque la verdad me la esperaba más parecida a mí, porque es enteramente su padre, solo tiene mis hoyitos al reírse (aunque Rafa también los tiene) pero me siento muy orgullosa ya que como dice: “bebé que se parece a su padre honra a su madre”.
Ya hemos estrenado el coche o “el carruaje” como suelen llamarlo, no le falta ni un detalle, es muy cómodo y ¡cabe en el ascensor de mis padres!, qué alegría más grande, jajajaja.
Gracias a que está el tiempo bueno salimos a pasear y que le dé el solecito a María.
Hoy con 16 días ¡se le ha caído el ombligo!

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